El papel actual de la automatización en Recursos Humanos

Por sí sola, la palabra «automatización» puede evocar imágenes de modos de trabajo futuristas y fantásticos, pero la realidad para los líderes y profesionales de Recursos Humanos es que la automatización ya tiene un lugar en su vida laboral diaria. Puede variar desde la ejecución de tareas básicas hasta procesos complicados. Consideremos qué procesos en particular se beneficiarían más de la automatización, y cuáles son los menos favorables a ella.

La automatización y su funcionamiento

Este es un tema muy debatido. Un informe de KPMG, en el que se medía la complejidad de las tareas frente al valor añadido, afirmaba que prácticamente todos los servicios de RRHH podrían automatizarse. Este informe sugería que esto era especialmente cierto en el caso de las tareas menos complejas, como la introducción de datos, el control de horarios, las nóminas y la administración del flujo de trabajo, que posiblemente requieran menos creatividad humana. Esto está en consonancia con los argumentos tradicionalmente positivos que se esgrimen a favor de la automatización de los RRHH, ya que reduce o directamente elimina las tareas repetitivas que consumen mucho tiempo y reduce los largos flujos de trabajo. Esto puede liberar a los empleados para que realicen tareas más especializadas y valiosas y, de este modo, reducir el tiempo y los costes dedicados a la administración. Una investigación llevada a cabo en el Reino Unido reveló que el 73% de los profesionales de RR.HH atribuyeron a la automatización la mejora de la vida laboral de los empleados durante la pandemia de COVID.

Sin embargo, KPMG afirma que el mayor potencial de la automatización reside en la ejecución de procesos altamente complejos y de gran valor, como la elaboración de modelos predictivos, la planificación y los análisis y métricas. Aquí es donde el debate sobre la automatización en RRHH se vuelve un poco más turbio.

Los límites de la automatización

Aunque la automatización puede utilizarse como herramienta para evaluar (y quizás seleccionar o descartar) determinados perfiles, los RRHH son una disciplina que, en su esencia, requiere de la interacción humana. Es muy difícil que la automatización pueda replicar la evaluación de un candidato que puede hacer un responsable de RRHH. Esto no quiere decir que la automatización no pueda ayudar a crear listas de preseleccionados -los sistemas de seguimiento de candidatos (ATS) son, por supuesto, el pan de cada día de muchos departamentos de contratación-, pero hay muchos factores intangibles sobre un candidato, y su actitud y personalidad, que es mejor dejar al juicio humano.

Hay que recordar que la automatización suele ser tan buena como el empleado que la maneja. Las empresas deben ser cautelosas a la hora de permitir que las tareas y los procesos se automaticen sin formar también a sus empleados. Es esencial que los equipos de RRHH posean los conocimientos necesarios para seguir el ritmo de la creciente digitalización de sus funciones. A menudo puede ser costoso y llevar mucho tiempo hacerlo.

La perspectiva de un líder del sector

Anders Jönsson, socio fundador de Continental Search Alliance con más de veinte años de experiencia en la búsqueda de ejecutivos, aconseja que la automatización es para el aquí y el ahora, pero tiene sus limitaciones.

“El futuro ya está aquí. Debería preparar a su organización si no está trabajando ya en la automatización. En cuanto a la contratación, espero (y creo firmemente) que no todos los procesos puedan automatizarse».

La experiencia de Jönsson en RRHH le dice que la interacción humana es fundamental. “Hay muchos sentimientos involucrados y una interacción de persona a persona cuando se toma la decisión de cambiar de carrera. Sigo creyendo que los reclutadores profesionales serán necesarios incluso en el año 2050″.

Reflexiones finales

Ravin Jesuthasan, coautor del libro «Reinventing Jobs: A 4-Step Approach for Applying Automation to Work’ ha dicho que el uso inteligente de la automatización nunca debe aplicarse para sofocar el elemento humano dentro de los RRHH, sino que debe utilizarse como una herramienta para aumentar los puestos de trabajo existentes. Según él, es responsabilidad de la dirección y de los responsables de RR.HH. trabajar en colaboración para identificar qué procesos pueden proporcionar el mayor rendimiento de valor si se pasan a la automatización.

Naturalmente, hay algunos aspectos de los servicios de RR.HH. que se adaptan mejor a la automatización que otros, pero en una disciplina que está orientada al exterior y centrada en el ser humano, habrá un debate continuo sobre la eficacia que aporta la automatización, y dónde debe aplicarse.