Las compañías están cada vez más presionadas para completar los procesos de contratación con rapidez. ¿Por qué? Por un lado, desde el punto de vista de la empresa es importante conseguir el mejor candidato antes que nadie, ya que los puestos vacantes suponen una pérdida de productividad y recursos. Por otro lado, para el candidato es esencial adaptarse rápidamente a las nuevas tareas y procesos, sobre todo en un puesto especializado, y uno de los aspectos más importantes, querrán empezar a ganar dinero y adquirir experiencia.
Así que tiene sentido completar un proceso de contratación lo más eficazmente posible. Entonces, ¿por qué ocurre lo contrario y qué le está costando a tu empresa?

El porqué de un proceso de selección largo

 

Para poner contexto podemos recurrir a las cifras de Glassdoor sobre la duración promedio de un proceso de entrevistas en diferentes países. En Estados Unidos y Canadá, el proceso dura 22,9 días de media. En el Reino Unido, Francia y Alemania, la cifra se extiende entre 4 y 9 días más. Esto es un mes entero desde el primer contacto con un candidato hasta la entrevista final del proceso de selección, esta cifra solo sigue aumentando desde 2009.

Es comprensible que las empresas quieran un proceso de contratación riguroso y exhaustivo. Una nueva contratación para cualquier puesto de trabajo es una costosa inversión en más de un sentido. The Wall Street Journal estima que puede llevar de seis meses a un año que un nuevo empleado sea productivo en su nuevo puesto de trabajo. Esto es una gran cantidad de tiempo y dinero a invertir en un candidato que podría fracasar en el puesto. Además, los trabajos que requieren habilidades específicas o más complejas -como puestos clave en la organización o ciertos roles del departamento de tecnología- exigirán un proceso más selectivo.

Las entrevistas en panel, filtros complejos, pruebas de habilidades y presentaciones son formas eficaces de diversificar el proceso de contratación, pero tienen un gran efecto en la duración del proceso de selección. Según un estudio realizado por LinkedIn en 2021, los puestos del sector del conocimiento son los que más tardan en contratarse.

Empresas grandes con departamentos de Recursos Humanos más desarrollados y centralizados suelen tener los plazos más lentos. En este tipo de organización, el proceso de selección de candidatos suele ser más estricto y largo.

¿Qué te está costando tener un proceso de selección largo?

 

Para empezar, ¿cómo saber si realmente existe un problema con el tiempo del proceso de selección? Hay varias señales clave a las que hay que prestar atención. Por ejemplo, Linkedin sugiere que el hecho de que su mejor candidato acepte otra oferta en el tiempo que su empresa tarda en dar feedback o comunicar siguientes pasos es un indicador importante. Otra señal, son en número de puestos vacantes que permanecen abiertos durante varios meses.

Puede también echar un vistazo a tu base de empleados actual. Un artículo de Harvard Business Review informó que el 80% de la rotación de empleados se debe a malas decisiones de contratación. Si no ha elegido a sus candidatos ideales y se ha conformado con sus segundas o terceras opciones, podrían acabar resultando poco adecuados para su empresa. Inevitablemente, los efectos negativos de una contratación prolongada se traducen en una cascada que perjudica los índices de retención de sus empleados.

Talent Adore, una empresa fabricante de software de contratación, calcula que casi una cuarta parte de los candidatos empiezan a perder el interés si no reciben respuesta una semana después de una entrevista, lo que aumenta al 46% después de dos semanas. Es posible que, aunque hay candidatos de ciertos sectores que estén preparados o acostumbrados a procesos de selección largos, lo más frustrante sea la falta de comunicación. Esta puede ser la diferencia entre una empresa que parece ágil y otra que parece poco interesada.

Reflexiones finales

 

Las empresas que establecen procesos de contratación largos y exhaustivos -a la vez que intentan reducir el riesgo de una costosa contratación errónea- se están poniendo irónicamente en riesgo de perder candidatos de gran demanda, ya que el resultado final de optar por candidatos menos favorecidos anula el principal objetivo de un largo proceso de contratación.

Un proceso de contratación lento también puede exponer a su empresa a perder ingresos y productividad por los puestos que permanecen vacantes por largos periodos. Su marca empresarial podría verse afectada por una experiencia de candidato negativa tanto para nuevos candidatos potenciales como para los empleados actuales. Muchos factores están fuera de su control, pero puede evitar que un proceso de contratación largo y lento disuada a los mejores talentos.